Indicación Geográfica Protegida (IGP)
¿Qué es una IGP?

Igp Morcilla de Burgos: Herencia y autenticidad en cada bocado
Una Indicación Geográfica Protegida es una mención de calidad que recoge la normativa europea para proteger y preservar alimentos cuyo vínculo geográfico esté estrechamente ligado a unas prácticas de elaboración, producción y transformación, contando con una larga historia documentada. La Indicación Geográfica Protegida Morcilla de Burgos no solo ampara las cualidades organolépticas del producto, sino que es también el salvoconducto para la generación de riqueza y empleo del sector cárnico que apueste por el amparo de esta mención de calidad.
Nuestra Misión y Valores
Nuestra misión es salvaguardar la autenticidad y calidad de la Morcilla de Burgos, promoviendo su reconocimiento como un producto único, profundamente vinculado a la tradición, la cultura y el orgullo de nuestra región.
Respetamos los métodos tradicionales que hacen única a la Morcilla de Burgos, manteniendo viva su esencia y legado cultural. Ofrecemos un producto excepcional, certificado con la IGP, que garantiza su autenticidad y calidad superior. Colaboramos con productores locales, impulsando la economía de la región y fortaleciendo el vínculo con nuestra tierra.
Compromiso con la calidad y la tradición
¿Quienes somos?

Director General: Rafael González
El Órgano de Gestión de la IGP Morcilla de Burgos tiene como objetivo velar por el cumplimiento del reglamento de la marca “Morcilla de Burgos”. De este modo, se asegura que toda la “Morcilla de Burgos” que sale al mercado con la etiqueta de la IGP Morcilla de Burgos (si no, no puede denominarse “Morcilla de Burgos”) lo hace cumpliendo todos los requisitos obligatorios con el objetivo de garantizar la información al consumidor.
En 2018, obtuvo la Indicación Geográfica Protegida, consagrando su lugar como embutido emblemático. Este logro no solo protege su calidad, sino que también asegura la preservación de nuestras raíces y costumbres para las generaciones futuras.